el fantasma de canterville / charly garcía

sábado, mayo 03, 2008

había una vez una muchacha y un muchacho...
él, era un artista desde que estuvo en la panza de su madre... ella -su madre- cuenta que los movimientos del bebé en el útero, tenían ritmo... y así fue su vida....
la muchacha estaba un poco loca... y no es una metáfora... estaba un poco loca.. porque muchas cosas habían pasado en su vida y en medio de la depresión, los estudios, el trabajo, su hijo, y la presión de sus padres, no sabía si caminaba pa´delante o pa´tras...

ella siempre se entregó a la trova... siempre tenía su "primera vez" cuando escuchaba una canción que la conmovía...

un día su padre le llevó un caset que un alumno suyo de la universidad le había regalado sabiendo que a su hija le encantaba el folclor y la música protesta... luego los puso en contacto y empezaron a hablar horas y horas por teléfono...

entonces se conocieron personalmente.. ella con su facha de "jipi" sin causa.. él con facha de un artista ilustrado...

él la llevó a ese parque.. la mosca...
con su melódica le enseñó las más bellas historias de amor, de pasión y de lucha subversiva...

ella cantaba mientras él interpretaba las más bellas melodías y al terminar cada una, se besaban como si fuera la última vez...

la armónica le enseñó a ella que el fantasma de canterville tenía un poder lunático en su vida... se desnudaba en el parque, con neblina y todo, cada vez que él la interpretaba.. por supuesto, él la interpretaba siempre que la veía para despedirse haciendo el amor...

él se llama sebas.. la vida lo enrumbó hacia una ingeniería, la danza en un ballet folclórico y la música...
ella sigue loca...

el audio es de charly garcía y león gieco.








El fantasma de Canterville
Yo era un hombre bueno
si hay alguien bueno en éste lugar.
Pagué todas mis deudas,
pagué mi oportunidad de amar.
Sin embargo, estoy tirado,
y nadie se acuerda de mí,
paso a través de la gente,
como el fantasma de Canterville.
Me han ofendido mucho
y nadie dio una explicación.
Ay! si pudiera matarlos,
lo haría sin ningún temor.
Pero siempre fui un tonto
que creyó en la legalidad
ahora que estoy afuera, yo sé lo que es la libertad.
Ahora que puedo amarte
yo voy a amarte de verdad,
mientras me quede aire, calor nunca te va a faltar,
y jamás volveré a fijarme en la cara de los demás.
Esa careta idiota que tira y tira para atrás.
He muerto muchas veces
acribillado en la ciudad,
pero es mejor ser muerto que un número que viene y va.
Y en mi tumba tengo discos
y cosas que no te hacen mal.
Después de muerto, nena,
vos me vendrás a visitar.

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